Santoyo
Rutas
Camino de Santiago,desvío histórico
Historia
El nombre de Santoyo ya aparece en una trascripción de los fueros de Melgar de Fernamental, dados por Don Fernán Armentález y aprobados por Don García Fernández, conde de Castilla, sucesor e hijo de Fernán González. Así figura también en la Carta Executoria al Conde de Castrogeriz (abril de1.500).
El origen etimológico del nombre a dado lugar a muchas hipótesis, así hemos podido recoger las siguientes: Santovio, Santochyo (Sanctus Eutichyus), Santugio, Santu-eio (Santillo); para otros procede del nombre latino de su patrono San Juan Bautista, así Santus Joannes que en forma abreviada muy corriente es Santus Jº y castellanizada, con la “Y” en lugar de “J”, daría Santo-Yo , etimológicamente Villa de Santoyo sería igual que Villa de San Juan.
Pero nada de esto parece real y correcto ya que ninguna de estas teorías esta fundamentada en un estudio histórico de investigación serio. Por último, tenemos la acepción que nos dice que proviene de la derivación a través de la variación y utilización del lenguaje del nombre de San Audito o San Avito del modo siguiente: Sant Audito o Sant Auto>Sant Auyo>Santoyo> SANTOYO . Esta teoría ha sido tratada y fundamentada rigurosamente desde el punto de vista histórico por Faustino Narganes Quijano en el libro: ” Santoyo: recopilación histórica para la adopción de su Escudo y Bandera Municipal “, donde aporta datos y citas fechadas que lo atestiguan, además de contar con la opinión de los historiadores Julio González y Gonzalo Martínez Díez que corroboran lo apuntado.
Ocupa Santoyo, según Cuadrado, el lugar de la antigua Tela Augusta, romana; cerca de otra villa también del Imperio, Las Quintanas, de cuya existencia, aún hoy, las pruebas son palmarias. Probablemente, en un principio, fue el asentamiento de una población indígena de los vacceos, de cuyo castro quedan restos en los alrededores. Con las invasiones bárbaras, los suevos dirigidos, posiblemente, por Hermerico (409-441), arrasaron la antigua Tela Augusta. Después los visigodos ocuparon estas tierras y reconstruyeron el lugar, de ello hay algún vestigio en el poblado que existió protegido por la muralla con reminiscencias escasas visigóticas, como probablemente también lo es la pila bautismal. Es a partir de estos momentos cuando empieza a fraguarse y aparece el nombre actual de la villa, “SANTOYO”. Arrasada o despoblada en tiempos de la dominación árabe, volvió a ser repoblada definitivamente por el conde Fernán Armentález en el 950.
El recinto amurallado tenía una extensión de 13 Ha. y se encuentra situado a los pies del páramo que lo bordea por el oeste y el sur, abriéndose por el sector septentrional a la zona llana de la Tierra de Campos por donde discurre el Canal del Pisuerga.
Plaza fortificada
Aún se pueden contemplar algunos trozos de la muralla, a pesar de que la desidia y la incultura han sido la piqueta demoledora del recuerdo de tanta historia acumulada. Aparte de los pequeños restos, que dicen visigóticos, su sistema de construcción parece más bien situarla en el siglo XI.
Circundaba el poblado en un perímetro de 1.150 m. aproximadamente, con cuatro entradas adinteladas. Estas entradas, ya desaparecidas, llevaban sendas capillitas, vistas al interior de la villa; en tres de las cuales se daba culto a una imagen de la Virgen y en la otra a Cristo Crucificado.
Monumentos
IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA
Conocida como la Noble Villana. Noble por su porte y señorío, Villana por residir en esta humilde villa de acogedores labriegos que la vio nacer.
Ante nuestros ojos una verdadera joya arquitectónica, que permanece casi ignorada. Llena de encanto y emoción artística ya al contemplar su exterior, magnifico por las elegantes y severas líneas de sus robustos contrafuertes, y que al visitar su interior hace que muchos la consideren la iglesia más bonita de España. Algo así debió de ocurrir a D. Gregorio Marañón, que en la visita que realizó a mediados del S. XX gracias a la insistencia del párroco D. Manuel Abia, le dijo a éste: “Sr. Cura tiene Vd. una enorme fuerza persuasiva, ha logrado convencer al Dr. Marañón, pero no me siento defraudado. ¡Esto es magnífico!.
El Templo. Complejo artístico. Torre almenada, coloso en vigía; de transición, finales del s. XJII. Planta románica de la primitiva iglesia, tardío s. XII, con bóveda de un sencillo gótico del s. XVI. Gótica ampliación, esbeltas columnas apalmeradas entretejen sus ramos en el cielo. Capillas extremas del crucero, de Juan D’Arce. Capilla mayor absidal, de Martín de Solórzano, del gótico florido burgalés, s. XV; planta endecagonal y bóveda estrellada; atrevida, delicada, espléndida, maravillosa, embelesa. El pórtico del Patriarca, filigrana plateresca en piedra, traza de Diego de Siloé y ejecución de Juan García y Juan González. Monumental Retablo Mayor, renacentista con incipiente y discreta influencia barroca, obra de Manuel Álvarez, Juan Ortiz y Mateo Lancrín que lo tallaron por terceras partes; y la pintura, el dorado y el estofado de Jerónimo Vázquez, Ángela de Barreda, Miguel de Barreda y Antón Calvo.
El Coro . Integrado por un conjunto de piezas singulares que forman un todo artístico: Artesonado Mudejar, fechado entre 1490 y 1510, se asienta sobre una obra de cantería formada por dos arcos carpanel o atrevidos, obra de Juan de Sabardinaga que realizó en 1749. Escalera Señorial, la escalera de las paradojas, obra de Juan D’Arce, de 1551. EL Facistol, gótico de finales del s. XV, de la escuela de Fray Pedro de Lorena. El Órgano, de 1738, obra de Pedro Merino de la Rosa. La Sillería, de nogal, obra de Juan-Antonio del Mazo que la acabó en 1750.
El Baptisterio . Hoy es una zona en la parte posterior de la iglesia, desde la que se accede, separada de esta por una verja de madera. Esta capillica tiene dos arcos, uno comunica con el archivo y en su día fue entrada al templo y el otro, ciego, respondía al propósito, nunca realizado, de servir de puerta de acceso a esta alcoba que tendría la función de baptisterio; así se mandaba en la visita del 14 de noviembre de 1558. En esta sala se encuentra la pieza más antigua de la iglesia: la pila bautismal, de origen visigótico.
El Archivo. En una construcción adosa al templo, arreglada y acondicionada al efecto, se encuentra el extraordinario Archivo Parroquial que contiene tanto asuntos religiosos como civiles de la vida del municipio. Entre sus documentos: los libros de fábrica de la iglesia donde están recogidas y asentadas todas las partidas pecuniarias, por mínimas que fuesen, que se emplearon en la construcción de la iglesia y en su embellecimiento interior. El Primer Libro de Bautismo, autentica joya manuscrita que data de 1.499 y que le hace ser el más antiguo de España en su género a nivel popular. Es un compendio no sólo de partidas de bautismo sino de anécdotas y asuntos importantes para la localidad, como el resultado del pleito de la jurisdicción con el Conde de Castrogeriz, la anexión de Santiago del Val a Santoyo, etc. Entre sus partidas de bautismo se encuentran la de Sebastián Cordero de Nevares, natural de aquí de Santoyo, secretario que fue de Felipe II, y que era conocido en la corte como el secretario “ Santojo”; y la partida de bautismo del propio Felipe II (folio 75 v.), que es la única que existe, ya que la de San Pablo en Valladolid, donde fue bautizado, desapareció al quemarse su archivo. Se encuentran también los pleitos entre Astudillo y Santoyo por la posesión del despoblado de Torre-Marte, el contrato entre dos sobrinos del patriarca D. Antonio de Rojas y Carvallar y Diego de Siloé para la ejecución, por parte de este último, del sepulcro del obispo; y otros muchos legajos y documentos de gran valor e interés.
TORRE-MARTE
Mención a parte merece esta antigua villa o lugar, que hoy pertenece a Astudillo (desde 1851) pero que en otro tiempo fue territorio de Santoyo (desde 1680 hasta 1851), y es por esto y por la devoción que los santoyanos profesan a este lugar, por lo que le traemos aquí con la finalidad de aclarar la posesión y la pertenencia del mismo, basándonos siempre en documentos históricos existentes referidos a cada momento.
Al sur de Santoyo, en un cerro con laderas de fuerte inclinación hacia los valles que la rodean, se halló la villa de Torre-Marte. De ahí, por lo empinado del cerro, el nombre de Torre, con el sobrenombre tomado, muy probablemente de algún templo levantado en aquel lugar en honor del dios de la guerra durante la dominación romana. Esto hace pensar en su origen antiquísimo, aunque los vestigios que hoy tenemos, poco más que su iglesia, no nos permiten situarlo más allá del S. XII.
La lucha por la posesión. El 2 de julio de 1.677 se dio en Madrid una Orden por la que todos los lugares de realengo, despoblados de 40 años a la fecha, debían ser anexionados a la villa más cercana; y aquí surge la pugna entre Astudillo y Santoyo, por la posesión de Torre, en dos campos distintos: en el fuero eclesiástico por la posesión de la iglesia y sus enseres; en el fuero civil por la propiedad del término municipal con sus campos y heredades en lo que a pastos se refiere principalmente.
En el Pleito Eclesiástico. Astudillo alegaba “que Torre había pertenecido siempre al Arciprestazgo de Astudillo y al Arcedianazgo del Cerrato, mientras que Santoyo estaba enclavado en el Arciprestazgo de Población y Arcedianazgo de Carrión; que la iglesia de Torre estaba 590 varas más próxima a la de Astudillo que a la de Santoyo, yendo por el camino ordinario; y por último, que Astudillo estaba en posesión pacífica desde muchos años acá y siempre lo había estado. No convencieron a Santoyo las razones aducidas y en réplica dice: que los límites de Arcedianazgo y Arciprestazgo son variables, que la distancia había de medirse de casa a casa en los extremos del caso de ambas villas, y no de iglesia a iglesia y que la posesión disfrutada era ilegal.
El pleito se planteó primeramente ante el Tribunal Eclesiástico de Palencia, el cual dio su sentencia el 6 de septiembre de 1.657, a favor de Astudillo, agregando la iglesia de Torre a las tres parroquias de la citada villa.
Apeló Santoyo en primera instancia, según consta en los libros parroquiales, ante el Tribunal Metropolitano de Burgos, pero luego retiró su demanda, dándose por ello por juzgada la cosa y consentida la sentencia, en virtud de lo cual se proveía de escritura pública dada el 2 de marzo de 1.659, y el 30 de abril del mismo año los curas de Astudillo tomaron posesión de la iglesia y poco más tarde distribuyeron los bienes de Torre por partes iguales entre las tres parroquias astudillanas. En un último intento, Santoyo apeló ante el Tribunal Supremo de la Rota, pero allí fue condenado en 1.675, quedando desde entonces Astudillo en posesión pacífica de la iglesia.
En el Pleito Civil sobre el término de Torre la pugna fue más larga y enconada; un manuscrito, Carta Executoria, de trescientos setenta y cuatro folios dobles, debidamente autenticada por la Real Chancillería de Valladolid con fecha 6 de marzo de 1.684,.bajo el reinado de Carlos II, nos lo detalla minuciosamente. Comienza con el nombramiento de los apoderados por Astudillo y Santoyo y del fiscal Dr. Fernando Manuel Messia.
Ante el corregidor de Palencia se plantea la causa en primera instancia, Astudillo aduce en su favor varias razones: 1) la primera es una prueba testifical con fecha 3 de mayo de 1.644, cuyo testimonio, dicen, se guarda en la Iglesia de Sta. Eugenia, en la cual prueba deponen varios vecinos, antes de Torre, ahora residentes en los pueblos comarcanos, (Palacios, Villodre, Melgar de Yuso) afirmando que desde ya “veinte, treinta, cuarenta y más años, poco más o menos” (sólo Villodre concreta el tiempo en “cincuenta y cinco años”), Astudillo pastaba sus ganados en el término de Torre y ejercía autoridad sobre personas en causas civiles y criminales. Intenta completar esta prueba con un acta fechada el 30 de diciembre en la que consta como ante el cura Fernando Duque y varios testigos vecinos de los pueblos circundantes, pero ninguno de Santoyo, se había tomado posesión del dicho término de Torre, cavando en los pagos de Carrefrómista, Castrejón, Atalaya, Camino de los Molederos, etc., todos colindantes al término de Santoyo. 2) Apoya su derecho en el privilegio real, concedido por el rey D. Alfonso XI, que “fizo merced al dicho concejo de Astudillo de todos los vasallos y suelos poblados y por poblar que del pertenecían a la aldea de Torre”. Dicho privilegio había sido confirmado por sus sucesores. 3) Alega también una minuciosa relación de alcabalas y tercias pagadas por Torre con cargo al erario concejil de Astudillo; así como también había pagado fielmente los tributos reales, en confirmación de lo cual presenta una abundante declaración de testigos que por separado ante el escribano manifiestan que habían pagado los impuestos que debían pagar. 4) Finalmente aduce la mayor cercanía en que la villa de Torre se encontraba con respecto a Astudillo, lo cual motivó la anexión de la iglesia y ornamentos de aquella villa a ésta en el año 1.657, y no a la de Santoyo.
La réplica de Santoyo fue contundente y eficaz: 1) La prueba testifical presentada sobre la posesión inmemorial era imprecisa, amañada e impuesta por la influencia del Marqués de Camarasa, Conde de Castro y Señor de Astudillo, “la más poderosa en toda la comarca”, en cuanto al acto de posesión del término de Torre fue tardío, unilateral y por ello arbitrario. 2) El llamado privilegio real, aún reconociendo su existencia, ningún título les da “por no lo ser y contener vicio”, puesto que fue concedido cuando tanto Astudillo como Torre eran villas de realengo, ahora la primera era señorío del Marqués de Camarasa; y mal podían los reyes privar a la corona y haciendas reales de las alcabalas y tercias que sus villas debían pagar, para nutrir las arcas del Marqués. 3) No niega que los astudillanos habían pagado alguno de los tributos, pero “en caso de validez tendría que pagar todos los tributos atrasados”, y para que esta afirmación no fuera infundada, presenta un informe oficial fechado en Palencia (12 de enero de 1.679), que respondía a una orden de expedición del mismo (dada en 28 de enero de 1.688) en el que se decía: “desde el año 52 hasta hoy las rentas han importado, algún año, 219 fanegas de trigo y 175 fanegas y 7 celemines de centeno y 99.944 mrs., apropiándose estos frutos y sólo han dado satisfacción de 5.895 mrs. cada año”. 4) En cuanto a la cercanía de Torre a las dos villas contendientes hay un largo proceso que exponemos a continuación.
Después de una resistencia tenaz por parte de Astudillo, se señala el día 11 de junio de 1.680 y a las seis de la mañana, para llevar a cabo la medición del camino y así es comunicado por el escribano Manuel Pastor al cura de Santoyo, Francisco Fernández y a otros más de la misma villa. Con miles de escarceos y protestas se hizo la medición que hubo de repetirse hasta tres veces, descritas minuciosamente en el manuscrito con miles de detalles curiosos que aquí omitimos por brevedad. La primera medición se llevó a cabo por acuerdo entre las partes, de cada villa a la divisoria de cada término municipal; para Astudillo, desde la muralla junto a Sta. María, camino de cañamares hasta el mojón de Fuenteperal, con 1.719 varas; y para Santoyo, desde el cubo de la muralla en las Saleras, por el camino más recto, hasta el mojón del Portillo, con 1.358 varas. Esta medición fue protestada por Astudillo, porque el camino había sido una senda hecha tal después del pleito, también fue recusada por el juez. La segunda medición fue ordenada por el corregidor de Palencia el 4 de julio del mismo año, de villa a villa. Para Astudillo, desde el lugar y por el camino dichos hasta la última casa de Torre, que se decía haber sido carnicería, con un total de 2.886 varas; y para Santoyo por el trayecto sabido hasta una casa de Torre que fue de un tal Juan Pérez, con un total de 2.825 varas y 3 cuartas. Protestas y tercera medición para Santoyo desde las puertas de Valdehoyos por -el camino real antiguo, dando un total de 3.019 varas y 3 cuartas. Siguieron las protestas, según los intereses lesionados en cada medición.
Sentencia del Corregidor de Palencia , dada el 14 de octubre de 1.680 con el asesoramiento del Dr. D. Gutiérrez del Mazo abogado de la Real Chancillería de Valladolid y del tenor siguiente: “Declaramos pertenecer el lugar de Torre Marte con todos sus términos… a la dicha villa de Santoyo, por agregación a ella y despoblación… del dicho lugar de Torre… del cual debían gozar en la forma que lo tenían y gozaban los vecinos que lo eran del dicho lugar cuando estaba poblado… sin perjuicio de la comunidad que en los dichos pastos y términos ha tenido y tiene la dicha villa de Astudillo”. “Así mismo mando que la dicha villa de Santoyo quede con la obligación de pagar a su majestad las rentas y tributos que por razón de dichos términos… les tocase pagar”. “Y condeno… al dicho concejo y vecinos de Astudillo a que dentro de nueve días esta mi sentencia pase en autoridad de cosa juzgada, vuelva y restituya a la dicha villa de Santoyo todos los dichos frutos y rentas que han rentado o podido rentar… “.
Apelación de Astudillo ante la Real Chancillería de Valladolid en fase de revista . Pocas y débiles aportaciones presenta ahora en su favor, salvo varias sentencias dadas por su jurisdicción sobre asuntos pertenecientes a vecinos de Torre por los años 1.627 y siguientes, declaraciones rechazadas por Santoyo como amañadas y nada auténticas.
La sentencia a esta apelación es confirmatoria de la de Palencia: “Fallamos y confirmamos la dicha sentencia del corregidor de Palencia dada con asesoramiento del Dr. D. José Gutiérrez del Mazo, abogado de la Real Chancillería, como en ella se contiene, en Valladolid 15 de septiembre de 1.682, por haber pasado el tiempo de apelación y dada como cosa juzgada “.
Nueva apelación de Astudillo , pidiendo enmendar la sentencia en lo perjudicial insistiendo en los alegatos de la primera vista a los que Santoyo replica afirmando contundentemente que “el lugar de Torre nunca ha sido aldea de la villa de Astudillo”, así se deduce del informe que con fecha 19 de marzo de 1.683 libra y ahora se presenta, el Teniente del Canciller Mayor de la Chancillería de Valladolid, D. Juan de Bedoya, quien certifica que en Libro de Becerro al folio 177 vt°. se halla la nota que resumimos sin alterar: “Torre cerca de Astudillo es de abadengo y al obispo de Palencia a veinticinco sueldos… a el hospital de San Juan de Acre que ha en el dicho lugar… e a la reina… Derechos del Rey martiniega etc… al castillo de Burgos… e non pagan furción, nunca la pagaron “.
Pide el Marqués de Camarasa que no valga lo sentenciado por ser en contra de él y no de la villa de Astudillo de la que tiene el señorío y que sea sobreseído el pleito, suplicando además un traslado o copia de autos. A lo que los santoyanos replican que el Marqués conoce todo lo actuado y su propósito es embarazar el asunto, deniéguese el traslado que pide y resérvesele su derecho después de terminado el pleito.
Sentencia definitiva del pleito ante el pleno de la Real Chancillería: “Fallamos que la sentencia dada arriba por algunos oidores la debemos confirmar y confirmamos y por ella la agregación y adjudicación a la dicha villa de Santoyo de los términos del lugar despoblado de Torre-Marte… sin perjuicio de la jurisdicción que en dicho término ha tenido y tiene la justicia de la dicha villa de Astudillo”. Firman: Francisco Antonio, obispo de Segovia y otros. Audiencia pública en Valladolid 24 de septiembre 1.683.
Hechos posteriores hicieron cambiar completamente el rumbo de las cosas. Si hemos de creer a Orejón, muy partidista cuando de su pueblo, Astudillo, se trata, habíase cambiado la manera en 1.845, en lo que con relación a inmuebles se refiere y esto provocó que volviera a promoverse la cuestión de la jurisdicción del término de Torre, elevando uno y otro pueblo, antiguos contendientes, sus razones para defender el derecho propio ante la autoridad competente. Interviene primeramente el Gobierno Provincial de Palencia y en 10 de enero dio la razón a la villa de Santoyo; pero contra esta resolución se dictó con fecha 13 de junio del mismo año una Real Orden del Ministerio de la Gobernación, que el Sr. Castrillo publica en su história de Astudillo y que copiamos: “La Reina (q.D.g.) se ha enterado de la exposición del Ayuntamiento de Astudillo, fecha 7 de abril último, rechazando contra lo dispuesto por ese Gobierno Provincial en 10 de enero del corriente año en el expediente promovido sobre el ejercicio jurisdiccional en el despoblado de Torre-Marte. Y en su vista, con presencia de la reclamación del Ayuntamiento de Santoyo fecha 28 de abril último; tomadas en consideración las razones alegadas por una y otra parte y no pudiéndose alterar los límites jurisdiccionales de los pueblos sino por resolución del Gobierno conforme a lo determinado por las Leyes e Instrucciones vigentes; S.M ha tenido a bien derogar lo dispuesto por ese Gobierno Provincial en su referida providencia de 10 de enero último y manda que el Alcalde de Astudillo continúe en el ejercicio de la jurisdicción que le corresponde en el referido despoblado de Torre-Marte, De Real Orden lo digo a V.S. para su inteligencia y fines consiguientes, Madrid 13 de junio de 1.851.- Bertrán de Lis.- Señor Gobernador de la provincia de Palencia”.
Quedó a la villa de Santoyo el derecho, que ya poseía, de poder disfrutar de mancomunidad de pastos con los de Astudillo en el citado campo de Torre, sin limitación ni a uno ni a otros del número de cabezas de pastar, aunque únicamente sobre los terrenos públicos y concejiles no sobre los de propiedad particular, según ley de 8 de junio de 1.812, confirmada por otras leyes y sentencias posteriores.
Una vez más se consumó el atropello de los grandes a los chicos, porque ninguna autoridad administrativa, ni el Gobierno de la Nación podían abolir o anular los derechos que Santoyo poseía por una sentencia firme, como la dada por la Real Chancillería en el antiguo pleito anteriormente referido. Jugaría aquí su papel la política caciquil tantas veces decisoria en los pleitos de vecindad.
ERMITA DE TORRE-MARTE HOY
La antigua iglesia de Sta. María de Torre-Marte, hoy ermita del Santísimo Cristo, es apenas el único vestigio que en la actualidad queda; está colocada en lo más empinado del cerro. Es de una sola nave, ampliada en forma asimétrica por dos pequeñas capillas y la sacristía adosadas al lateral izquierdo; de planta románica, contra el parecer de Cuadrado que la hace de “estructura gótica por fuera y de carácter bizantino en el interior”, ya que como tal lo declaran los ricos capiteles de sus columnas de singulares grupos de fieras y serpientes.
Varios retablos muebles exornan sus muros; el mayor, barroco, enmarca un calvario con la imagen de Jesús Crucificado y otras dos, de S. Juan y la Stma. Virgen, una a cada lado, grupo que algunos atribuyen a Gregorio Hernández, cosa que ni nosotros ni otros críticos creemos acertada, por considerarla anterior a este autor. También guarda un retablo dedicado a la Stma. Virgen, en el que se encuentra una preciosa imagen de la Señora en alabastro. En una de las capillas hay un retablo, con tablas flamencas de la escuela o acaso del mismo taller de Juan de Flandes que representan escenas marianas, enmarcado y tallado por Juan García y Juan González, los mismos que tallaron el que del mismo estilo y traza se encuentra en la sacristía de Santoyo, según consta ciertamente por los datos del archivo de esta parroquia.
Adosado a uno de los pilares existe un singular púlpito gótico-bizantino, muy posterior a la iglesia, con una inscripción que le autentica al señalar el año de la toma de Granada como fecha de su factura, si bien hay una errata fácil de corregir pues pone el 1.490, cuando la capital andaluza fue tomada en 1.492.
MURALLAS
De los 1.150 m. que circundaban el poblado, sobreviven pequeños restos, que han sido consolidados y restaurados en el año 2003, que dicen visigóticos, aunque su sistema de construcción la sitúa más bien en el s. XI. Sus cuatro entradas también han desaparecido, tres de ellas se derribaron a principios del año de 1.916 (así consta en un acta de sesión ordinaria del Ayuntamiento de fecha 09-01-1916: “Se acordó el derribo de los arcos de entrada a la población por resultar con poco hueco su entrada”) y la otra con anterioridad, posiblemente en el s. XIX. El lienzo de la muralla se articulaba de trecho en trecho a través de cubos semicirculares y torres de base rectangular o cuadrada, siendo probable que los altos muros estuvieran almenados.
BODEGAS
Algunas de ellas hundidas o en ruinas pero de las que se conservan gran parte, se encuentran tal y como fueron concebidas en su origen. Así el Emperador D. Carlos a través de una carta dada en Valladolid el 26 de abril de 1.536, concedía al Concejo de Santoyo, previa petición de este, “un territorio concejil donde dicen el Cortijo, de un tiro de piedra de largo y de ancho veinte pies, inútil y sin provecho ni para pastos ni para obras, sólo para hacer cuevas y silos para guardar el pan y el vino… y a la vez hacer un postigo a la cerca de la dicha villa para el servicio de las dichas bodegas y silos… y que pueda ser vendido en censo por pregón y público escribano, a los propios de esta villa… y así lo que tomasen que no puedan hacer ni hagan edificio alguno para vivienda”
CONVENTO DE VILLASILOS
A unos tres kilómetros del pueblo en el fondo de un valle, que le da el nombre, y rodeado de cerros se encuentran las ruinas del que fuera convento de Franciscanos y que desapareció a causa de la desamortización de Mendizábal. Ocupa una superficie de 6 Has., se encuentra a una latitud de 800 m y las coordenadas de su posición geográfica son 42º 11’ 27’’ latitud norte y 4º 21’ 7’’ longitud oeste.
Hoy convertido en tierra de labor y del que quedan sólo restos del muro que le circundaba y la cueva que sirvió de bodega, embovedada con losas talladas. El arco de entrada al convento fue trasladado en 1.923 y da acceso al recinto del cementerio de Santoyo, el sepulcro del Patriarca D. Antonio de Rojas y Carvallar se encuentra en la iglesia de la dehesa de Espinosilla y gran parte de sus piedras, muchas con valor artístico fueron utilizadas en construcciones en los pueblos circundantes.
Perteneció al término de Santiago del Val y en 1.530 al unirse la jurisdicción de Santiago del Val y Santoyo entró Villasilos a formar parte del término de Santoyo, al que hoy pertenece.
Comenzó su existencia con la donación que del mismo hicieron el Emperador don Alfonso VII y su mujer doña Berenguela a María Lezama, natural de Santiago del Val, por documento firmado en Burgos a 23 de noviembre de 1.137. Más tarde María Lezama donó la mitad de Villasilos al Priorato de Benedictinos que había en Santiago del Val, por lo cual los franciscanos hubieron de comprar a este Monasterio una huerta que había en Villasilos.
Este lugar se despobló muy pronto, pero volvió a adquirir nueva y más pujante vida gracias al Convento de Franciscanos allí fundado el año 1.409 por Fr. Pedro de Santoyo en unión de Fray Pedro de Villacreces, tras la Bula “ Sincerae Devotionis” concedida por Benedicto XIII.
Esta primera casa de la franciscana Provincia de Santoyo que luego se llamó Provincia de la Concepción, fue el grano de mostaza después convertido en frondoso árbol, de donde irradió la reforma de la Orden Seráfica en España.
EL POSITO
El Real Pósito, construido en el año de 1.789, como reza en la inscripción que figura en la parte superior del arco de entrada, está adosado a uno de los restos existentes de la muralla. Su función fue la de silo o granero donde recoger el trigo en depósito para paliar las necesidades de los lugareños en los años de necesidad o malas cosechas.
CASTRO VACCEO
Yacimiento arqueológico, hoy tierras de labor, en el que no se ha hecho ningún tipo de excavación, se encuentra ubicado al O-SO del pueblo en la Unidad Morfoestructural de los Páramos Calcáreos, concretamente encuadrado en la Unidad Ambiental del Páramo de Torquemada-Astudillo, que es una prolongación de los Montes Torozos segregada de estos por el río Carrión. Está a una altitud de 838 m. y las coordenadas de su situación geográfica son: 42º 12’ 46’’ latitud norte y 4º 20’ 58’’ longitud oeste.
Se trata de un enclave de la Primera Edad del Hierro y sus restos se dispersan por una superficie de 55 Has., esta amplitud nos habla de su importancia y sin duda fue el origen de lo que hoy es Santoyo.
LAS QUINTANAS
Enclave situado al NE de la localidad a unos 5 Km, en una loma que destaca de su entorno inmediato a una altitud de 775 m. y cuyas coordenadas geográficas son: 42º 13’ 57’’ latitud norte y 4º 17’ 58’’ longitud oeste. El yacimiento es un complejo agropecuario de época romana fechado entre los siglos II y IV. Se trata de un terreno que ha sufrido muchas trasformaciones debido a la nivelación y allanamiento de las tierras y a la construcción de acequias de regadío. Los rebajes de tierra, que en ocasiones han llegado a alcanzar los dos metros, han destruido el sector SE del yacimiento. En una superficie de aproximadamente 18 has. se han documentado materiales constructivos (tégulas, piedras, etc.) y cerámicas (terra sigilata altoimperial y tardorromana y producciones de cocina y almacenamiento) que indican la cronología romana del enclave, en el cual se exhumaron en las campañas de excavación llevadas a cabo en 1991 y 1992 restos de la estructura de un horno, un hipocaustum y un pozo. Debemos señalar que alguna de las cerámicas encontradas podría corresponder a momentos visigóticos.
Durante la tercera intervención llevada a cabo en el yacimiento entre finales de 2004 y principios de 2005 se encontraron una serie de monedas de época romana, que al igual que los otros restos descubiertos en otras campañas han pasado a formar parte de los fondos del Museo Arqueológico de Palencia.
ROLLO DE JUSTICIA
Existió en la localidad, en el exterior de las murallas, al lado de la puerta del norte situada en el barrio de La Quintana un rollo de justicia hoy desaparecido. Al que hoy nos referimos, mal llamado rollo de justicia, se encuentra en la Plaza de Fray Pedro de Santoyo entre las calles de El Barrial y de La Iglesia, y es en realidad una composición de piedras de las que alguna pudo pertenecer al primitivo rollo pero otras no, así el capitel superior procede de las ruinas del antiguo convento de Villasilos que desenterró con el arado un agricultor, y que se realizó el año 1977 con motivo de la celebración del sexto centenario del nacimiento de Fray Pedro de Santoyo, reformador franciscano y fundador del convento de Villasilos.
PALOMARES
Santoyo se encuentra ubicado en la línea divisoria de las comarcas palentinas del Cerrato y Tierra de Campos, siendo su término el que separa ambas comarcas, quedando este enclavado en la Tierra de Campos, aunque su parte sur, que linda con Astudillo, tiene características cerrateñas.
Los palomares, construcciones características de la Tierra de Campos, se hallan presentes en gran número en este pueblo, aunque varios se encuentran en ruinas y nos manifiestan la importancia que en otras épocas tuvieron como complemento en la economía familiar de los labriegos terracampiños. Los palominos constituían, no sólo un aporte alimenticio y una variación en la escueta y simple dieta alimenticia de estas gentes, sino también una aportación económica extra a la menguada economía familiar de los sufridos labriegos.
*Tipos y Formas
Existen dos tipos fundamentales de palomares, aquellos, los más, que recogen las aguas hacia el interior del edificio depositándolas en un aljibe que servía para que bebiesen las palomas en estos resecos campos; y los que, sus tejados, vierten las aguas al exterior.
En cuanto a las formas son muy variadas. En Santoyo podemos encontrar palomares circulares, cuadrados, rectangulares (formas muy comunes), triangulares (muy raros), pero sobre todo encontramos un palomar único en cuanto a su forma que podríamos definir como lobulado, ya que se trata de un palomar circular con cubos o torreones cilíndricos adosados.
*Centro Temático del Palomar
Inaugurado el 30 de agosto de 2007, abre sus puertas al público este nuevo espacio turístico el día 31 de agosto. Se presenta ante los visitantes como un punto fundamental en su recorrido, como un espacio novedoso que difunde la tradición de los palomares.
Esta situado en una antigua casa de labranza, que ha sido recuperada para convertirse en el Centro Temático del Palomar y, que es a la vez una nueva referencia turística y un factor dinamizador de su entorno urbano más inmediato, es un nuevo espacio turístico-cultual que se dedica a difundir la tradición de los palomares en la Tierra de Campos Palentina. Nos ofrece un recorrido temático espectacular mediante unos sistemas expositivos innovadores que aproximan al visitante a una tradición ancestral de la zona que se ha convertido en una de las claves de su identidad territorial: los palomares.
A través del recorrido que nos ofrece podemos ir desgranando las claves de la cría de las palomas, actividad que desde tiempos remotos ha sido un reflejo de nuestra forma de entender la vida, comprobaremos que los palomares son el resultado de una excelente arquitectura popular nacida de la intuición y la imaginación y ejecutada con materiales pobres, sacados del entorno, como el tapial y el adobe, pero sabiamente utilizados. El palomar nace de la tierra y cuando por desgracia, la desidia, el abandono y el paso del tiempo le vencen, vuelve a la tierra.
Este Centro es un lugar donde entender y admirar una parte de la riqueza de nuestro patrimonio y tradiciones, un punto de unión entre la modernidad, hacia la que caminamos, y la herencia de antiguos saberes que nos legaron nuestros antepasados, un espacio donde no sólo recordemos sino en el que recuperemos un pasado que jamás ha dejado de estar presente en nuestras vidas.
*HORARIO DEL CENTRO TEMÁTICO DEL PALOMAR
De Martes a Sábados.10’00 a 13’30 horas.17’00 a 19’30 horas.
Domingos.11’00 a 13’30 horas.17’00 a 19’30 horas.
Lunes.Descanso.
C/ Mayor, 8. Tlf.- 616.475.307
TELÉFONO: 616.475.307.- Horario vigente desde el 02 de abril de 2013,
PARA MÁS INFORMACIÓN LLAMAR AL 616.475.307 ó al 979.810.702.
Entrada individual: 3 €. Grupos de 10 ó más personas: 2’50 €/persona.
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